Chaleco salvavidas
No se debe confundir un chaleco salvavidas con un chaleco de ayuda de flotabilidad. El segundo apoya a la flotabilidad por lo tanto es necesario saber nadar. Un chaleco salvavidas te permite girar y colocarte de espaldas para que puedas respirar.
Existen dos tipos de chalecos salvavidas: los de espuma y los inflables.
Ambos son eficaces, pero el inflable se recomienda usar habitualmente ya que ofrece una gran libertad de movimientos.
El chaleco salvavidas se debe llevar puesto no se debe olvidar en el fondo de la embarcación, allí no es de utilidad.
Para tu seguridad, es imprescindible colocarlo encima de la ropa y el arnés.
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Chaleco salvavidas de espuma
Los chalecos de espuma son tan eficaces como los chalecos inflables. Existen infinidad de marcas que se suelen diferenciar por los sistemas de fijación.
Los modelos más económicos, tienen forma de bloques de espuma rectangulares, aunque se ajustan a la norma, no disponen de una forma adaptada a los movimientos de la persona que los usa.
Chaleco salvavidas inflable
Los chalecos salvavidas inflables están compuestos de un cartucho de CO2 que permite inflar el chaleco en menos de 10 segundos, se pueden activar de forma manual o automática.
Los chalecos manuales son más peligrosos cuando una persona cae al agua con perdida de conocimiento.
La principal ventaja del chaleco automático es su reducido tamaño que te permitirá moverte con total libertad y facilidad.
Mantenimiento del chaleco salvavidas
Los chalecos salvavidas tienen una vida útil limitada por ello es importante un correcto mantenimiento del mismo. Suelen estar sometidos a muchas agresiones tales como la sal de mar, radiación ultravioleta, abrasión, etc.
Para alargar su vida útil se recomienda enjuagarlos bien después de cada utilización y seguidamente secarlos con celeridad.
En el caso de los modelos inflables, se tiene que desmontar el sistema de inflado enjuagarlo bien y secar el chaleco para seguidamente volver a montar todo el sistema de inflado.